Que cabrón el calvo, a esto se le llama ponerse las botas con una jovencita y es que aún con un más que evidente sobrepeso, tenía un polvazo que te cagas la muy zorra y de cara era preciosa. Aún hay hombres que rechazan a las chicas por su peso y ¿sabéis lo que os digo?, que mejor, más nos tocarán a nosotros jejeje. Atentos a la sensualidad y el atractivo de esta rellenita porque desbancaría a más de una modelo…
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